martes, 6 de septiembre de 2011

Delgadina

A Pedro Caravia

Ya se muere Delgadina.
Delgadina, rosa galana:
¡qué delgada sed de vida
pidiendo una sed de agua!

A los pies del lecho
le mana una fuente clara.
Otra fuente —doble— el pecho,
¡ay, qué dos colmenas blancas!

Señora Santa María,
con las mangas remangadas,
trae un vaso de agua fría:
¡qué claro diamante de agua!

A los pies del lecho,
la fuente manando plata.
El pecho, en mellizos hilos,
dando miel de las entrañas.
Amortaja el frío cuerpo
el cristal de la mañana.
Retiñe en el cristal duro
un alerta de hombres de armas.
Delgadina, transparente
de virginidad helada.
¡Qué pábilo, consumido
de pasión, el alma!
¡Qué llanto sin vocerío,
en la torre más alta!

(Llega por los corredores
el padre, hecho un rey de espadas.
Quiebra un relumbrón de hierros
en el umbral de la estancia.)

Tapices y cortinones,
ojeras de enamorada.
Están mancebos desnudos
ante las puertas cerradas.
Tienen el sol en la mano,
en jarras el otro brazo:
sotas de oro de baraja.
—Jinetes campeadores
giran bajo las ventanas.
Uno, la luna en la mano.
Otro, con un vaso de agua.
Aquel, espadón tajante.
Voltea el otro una maza.

¡Delgadina, Delgadina!
Ya es el rey padre en la estancia.
Al pie del lecho, la fuente
reza un rosario de plata.
Las fuentecillas del pecho
llanto de sangre manaban.
En sus brazos, Delgadina,
la señora te brizaba.

—Duérmete, rosa pulida
(¡qué bramar, el rey de armas!)
duérmete, blanca paloma
con las dos alas cortadas.

La torre, que era de naipes,
el viento la derrocaba.

Zumbó en el viento el enjambre
de abejas de la mañana.

¡Ay, Delgadina, rosa amorosa!
¡Ay, Delgadina, rosa galana!

José María Quiroga Plá
Litoral: época 1, año 1926, Diciembre, número 2


Versión auditiva de la obra

3 comentarios:

  1. ¿Quién eres? ¿Cómo has llegado a mí? Ponte en contacto con Pascual Gálvez Ramírez, el responsable del blog Limbos: él soy yo en la dimensión vital de la existencia. Gracias por ayudarme a vivir después de la muerte.

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  2. ¡Que grata causalidad (que no casualidad)! ¿Cómo has llegado a José María Quiroga Plá? Hasta ahora casi nadie se ha interesado por él, a pesarde seu, creo, un poeta, ensayista y traductos que debemos tener en cuenta para estudiar la Generación del 27. Si lo crees conveniente, ponte en contacto conmigo que, por lo que parece, soy su voz a este lado de la existencia. Gracias por tu interés.

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  3. Me alegra que le Ministerio (o quizás hayan sido los monitores) se acuerde de Quiroga Plá a estas alturas de la historia. Hice mi tesina sobre su poesía en el exilio y estoy ahora en la tesis doctoral sobre la totalidad de su obra (eso creo). Si queréis más información, no dudéis en contactar conmigo (a través del blog o a la dirección pascualgalvez@hotmail.com) Como habéis visto, tanto mi blog Limbos como el que el propio Quiroga Plá (muerto en Ginebra en 1955)ha creado desde su limbo, pretenden rescatarlo del olvido. También me gustaría, si pudiese ser, contactar con vustros monitores. Cualquier información sobre el poeta puede ser una puerta hacia otras puertas que nos conduzcan al que fue. Quiroga se sentiría muy orgulloso (o se siente ya desde su blog)al comprobar vuestro trabajo donde la tecnología se pone al servicio de la memoria que una vez fue cercenada. Gracias por vuestra asistencia al naufragio de la cultura (y perdonad por el comentario a las versiones de audio y los errores del blog: la iniciativa, por sí sola, compensa cualquier fallo) Seguimos en contacto.

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